Albireo, en el Cisne

miércoles, 28 de enero de 2009

Calendario lunar 2009 (LA NACION)

Dicen, por ahí, que entre bomberos no debemos majarnos la manguera. Nuestro interés por difundir la astronomía debería ser flexible a versiones artísticas y, a la vez, poco precisas, en términos científicos, pero sólo si se presentan de esta manera.

Respeto eso, sumado a la prioridad el derecho del público y de los estudiantes de todas las edades a recibir un producto elaborado como parte de una publicación seria y confiable, con un número mínimo de errores, que un comité asesor, con buena vista y experiencia, debe corregir en el arte final, antes de publicarse.

Lamentablemente parece que estas condiciones no se dieron con este Calendario Lunar publicado el martes 27 de febrero de 2009, por LA NACION, aunque reconozco que contiene información valiosa, especialmente en la lista de datos.
Sin embargo, las artes gráficas de este calendario espiral, dejan mucho que desear.

  1. Un vistazo rápido evidencia que las imágenes de las fases de la Luna no provienen de imágenes verdaderas del aspecto real del satélite, el cual se puede obtener fácilmente si se ha fotografiado anteriormente, o digitalmente del sitio Apparent Disk of Solar System Object: http://aa.usno.navy.mil/data/docs/diskmap.php, que recomiendo visitar.


Fotografía de la Luna en cuarto menguante.

  1. Todas las imágenes del calendario parecen ser concepciones artísticas de las fases, posiblemanete hechas a partir de una imagen de luna llena, con una sombra de borde difusa para simular la fase respectiva, peligrosamente más parecida a la sombra de la Tierra durante los eclipses, en contraposición a la iluminación real en un mundo tridimensional Sol-Tierra-Luna, como ocurre en la secuencia de fases, que -no es un fenómeno de sombras-.

    Si usted recuerda de su observación directa de la Luna o de fotografías, el terminador, la frontera entre la noche y el día en la Luna, es un poquito más definido, porque en la Luna no hay atmósfera y por consiguiente no hay crepúsculo.
    La región del terminador es precisamente la más interesante, pues el juego de sombras que causa la frontera noche-día en las montañas y cráteres de la luna, la convierte en la más apropiada para la observación cualitativa y cuantitativa.

    Así las cosas, la única imagen correcta en el calendario parece ser la de luna llena, lamentablemente muy pequeña para que pueda usarse como un mapa topográfico para estudiar, e identificar valles, montañas, cráteres y mares. Todas las demás imágenes están dañadas por esa extraña sombra.

  2. Luna nueva (imagen izquierda centro)
    Enseñamos a los niños que la Luna nueva y lo dice el texto del periódico
    "es cuando la luna está entre la Tierra y el Sol y por eso no la vemos".
    Entonces la imagen presentada en el calendario es imposible. No puede darse un borde iluminado de 360º, por angosto que sea. -
    Si la luna nueva no se ve, no se ve y punto-.

    Ahora bien, sabemos que dos o tres días antes de la luna nueva solo hay un pequeño borde iluminado
    (menor de 180º) al Este, antes del amanecer, luego no vemos nada (¡luna nueva!) y uno dos o tres días después de ésta hay otro pequeño borde iluminado, al atardecer por el Oeste, pero es el otro borde – está en el lado opuesto-.
    Entonces, ninguno de los dos cachitos son luna nueva. El primero es un delgado menguante y el segundo también un fino y delgado creciente.

    Quizás una explicación más apropiada de luna nueva deba agregar que; ocurre cuando toda la cara iluminada por el sol es el lado dejano de la Luna y por eso no la vemos. Tome en cuenta que uno o dos días antes o después de la fecha de luna nueva, el satélite de la Tierra aún permanece, más o menos, entre ésta y el Sol, pero no ha sucedido o ya sucedió la luna nueva.


  3. La topografía. Los accidentes geográficos (cráteres, mares, montañas, etc.) del lado Este de la cara cercana son diferentes de los correspondientes del lado Oeste. Lo sabemos instintivamente de tanto verla.
    Parece que quien distribuyó las imágenes en el calendario tomó la imagen antes de la llena, le dio una rotación de 180º y la colocó al otro lado. Esto es absolutamente incorrecto, causa confusión y un gran problema para usar el calendario como material did
    áctico.


  4. La orientación de la Luna
    Sabemos q
    ue la orientación de la Luna respecto a nosotros (un observador fijo en un punto de la Tierra) cambia desde su salida por el Este hasta su puesta por el Oeste.
    Usted puede comprobarlo fácilmente especialmente en luna llena. Se debe a que primero la vemos por el Este, luego alta en el cielo y finalmente por el Oeste, pero la orientación Norte- Sur de la Luna siempre mantiene la misma dirección celeste, más o menos fija. El plano de la órbita lunar está a 5.14º respecto a la eclíptica y su eje de rotación 6,68º respecto a la perpendicular a dicho plano, por eso no hay cambios dráticos en la inclinación de dicho eje.

    Si el conejo, la figura descrita por los Mayas y los Chinos desde dos regiones diferentes en la Tierra y en dos momentos distintos, sale con las orejas hacia arriba y hacia nuestro lado derecho y unas doce horas después se acuesta con las orejas hacia abajo y hacia la izquierda, se debe
    en parte, a que nosotros nos dimos vuelta para mirar ahora hacia el Oeste.

    Por eso las imágenes (que no son mapas) deben tener fecha y hora de observación, lo cual es algo engorroso. Entonces lo más simple es presentarlas con una orientación fija, como dicta la convención (digamos norte hacia arriba, como en los mapas), para tener una referencia estándar, inequívoca.

  5. Cráter Tycho. El conocido cráter Tycho (Tycho Brahe) que se ve muy bien en Luna llena por sus prominentes rayos, está en el hemisferio sur (43,3° S, 11,2° O). En las imágenes del calendario anda casi siempre en la parte superior (el norte si se interpretan como mapas).
    Bueno, si las imágenes no son mapas orientados hay que explicar cómo interpretarlas.


    Luna llena con el cráter Tycho, abajo centro.


  6. Mare Crisium. El conocido mar cuyas coordenadas promedio son 17,0° N, 59,1° E, es de lo primero que vemos y consecuentemente recordamos en el cachito creciente. Tres a cuatro días después de la luna nueva,ya lo podemos apreciar por el cielo del Oeste (¡Este de la Luna!) y permanece allí durante toda la fase creciente, siempre cercano al limbo brillante de la Luna, no cerca del terminador.

    En el calendario, dicho mar ya no se encuentra después del cuarto creciente y misteriosamente aparece luego –esta vez junto al limbo correcto- en la llena.

    Fotografía de la luna en cuarto creciente. Observe el definido terminador a la izquierda y el Mare Crisium cerca del limbo derecho.


  7. Terminador. A groso modo, sin tomar en cuenta la inclinación del eje de rotación, puede decirse que la luna recibe la luz del Sol por su ecuador (parecido a la Tierra), entonces su terminador está orientado casi de norte a sur de la Luna (como un meridiano).
    Esto se puede apreciar mejor justamente en el cuarto creciente y en el cuarto menguante.

    Supongo que así está orientado el terminador en todas las imágenes del calendario de LA NACION (la extraña sombra de arriba a abajo).
    Entonces, en cuarto creciente, el terminador no puede pasar tan cerca del Mare Crisium, que está algo cercano al ecuador lunar. La imagen correcta sería semejante a la fotografía mostrada arriba.

  8. Texto. Una observación algo puntillosa, pero oportuna cuando se quiere colaborar en educación y yo, no soy ni físico ni astrónomo, soy maestro.

    Se lee en el texto (uso rojo para distinguirlo)
    "Cuarto creciente ….. por lo que se puede observar en el cielo la mitad de la Luna…"

    ¿Entonces por qué la llamamos cuarto?

    Enseñamos en la escuela y por favor colaboren, que la Luna, la Tierra y todo los planetas tienen siempre una mitad de su superficie iluminada. Que no la veamos como en la Luna o en Venus en estos días, eso es otra cosa, que depende de donde estemos.

    La Luna siempre (excepto por las libraciones) muestra la misma cara hacia la Tierra – el lado cercano- que es más o menos la mitad de su superficie.
    En luna llena, como se dice el texto
    ".. recibe los rayos de Sol en su cara visible (corijo aquí) cercana".
    Puesto que "visible" dependerá de donde esté usted, si no pregúntele a los astronautas del programa Apolo, que pudieron ver, dependiendo de su posición orbital, hasta la cara lejana.

    La respuesta a la pregunta es entonces que; en cuarto creciente y en cuarto menguante, vemos iluminada la mitad de la mitad de la cara cercana, esto es una cuarta parte de la cara total o superficie de la Luna.

    Tampoco me gusta lo "
    de lluvia de estrellas", bueno quizás usaría eso o -estrellas fugaces- si estoy escribiendo poesía, pero no en ciencia, lo más apropiado y correcto es lluvia de meteoros.

    Finalmente quiero decirles que hay muchas cosas buenas en el Calendario Lunar. Además están esas que considero errores y no debieron haberse dejado pasar, no para la calidad que suponemos del periódico. Lo menos que pueden hacer es publicar una fe de erratas, una guía de uso, algunas explicaciones, o … algo.

    Ese algo podría ser un excelente mapa topográfico de la Luna, a todo lo ancho de las 2 páginas, lo cual agradeceríamos mucho todos los aficionados a la astronomía, pues se puede usar para observaciones a simple vista, con binoculares y con telescopio.
    Con gusto ayudaría a encontrar un sitio apropiado, donde se pueda solicitar el permiso para reproducirlo.