Desde luego los resultados se pueden extender, dependiendo de la naturaleza del fenómeno y el grado de tolerancia que buscamos. Veamos algunos ejemplos que involucran el tiempo.
- Una hora podría ser mucho para los objetos afectados por el movimiento diurno de la Tierra. Por ejemplo si Venus estaba muy brillante al Oeste a unos 10° de altura, una hora después ya no lo veríamos.
- Si la fase total de un corto eclipse de Sol inicia a las 12:45, a las 12:40 aún no ha empezado y a las 12:50 seguro ya terminó.
- La posición del Sol sobre el horizonte en su salida el día del próximo equinoccio (19 de marzo de 2008), es esencialmente la misma uno o dos días antes o después de la fecha.
- La estrella Polaris de la Osa Menor, señalando el polo norte celeste, puede considerarse con una exactitud práctica apropiada, durante varios siglos.
Como un promedio bastante aceptable para casi toda Costa Rica, los geógrafos y los astrónomos utilizan las coordenadas 10° Norte y 84° Oeste, que es más o menos la latitud promedio de la ciudad de Heredia, o exactamnte la esquina superior derecha de la hoja 3345 I (ABRA) en los mapas 1:50 000 del Instituto Geográfico de Costa Rica.
Si usa los programas de cómputo a que tenemos acceso simple los aficionados, como Starry Night, Deep Space, y otras ayudas en línea como Heavens Above, o Sky & Telescope, verá que los resultados, y especialmente los gráficos, muestran muy pocas diferencias si los hace funcionar con las coordenadas de Peñas Blancas (11,067° N, 85,633°N) o de Laurel (8,433° N 82,950° O), excepto como le dije si está interesado en fenómenos bastante sensibles a cambios de latitud como las fechas de Sol Cenital.
¿Y cómo nos afectan los cambios en la longitud geográfica?
Bueno lo dejaremos para más adelante.
Bueno lo dejaremos para más adelante.
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