Albireo, en el Cisne

lunes, 6 de julio de 2009

Hace 18 años, 11 días y 8 horas

Eclipse total de Sol del 11 de julio de 1991

Hace un ciclo de Saros, que la naturaleza nos obsequió un espectáculo impresionante, un eclipse total de Sol, poco después de las 2 de la tarde y durante nuestra habitual temporada de lluvias.

El eclipse lo observé en compañía de colegas de la U.C.R.; Daniel Azofeifa, Alejandro Sáenz, estudiantes y otros amigos, desde la finca El Escarbadero en Belén de Carrillo, Guanacaste, donde habíamos calculado que pasaría el centro de la franja de totalidad y supuestamente tendríamos el mayor tiempo, los maravillosos 5 min y 42 s.

(Carretera Interamericana, cerca de Miramar, Puntarenas)


Todo comenzó calmada y puntualmente, como esperábamos, a las 12:41. Realizamos las primeras observaciones, fotos y anotaciones: los cachitos de luna dibujados en el suelo por los pequeños espacios entre las hojas de los árboles, la coloración particular del cielo y las montañas vecinas, la disminución en la iluminación del Sol, la reacción particular de algunas aves, el ganado de la finca que se juntó en el corral, la oscuridad que se acercaba como un atardecer en dirección opuesta y la disminución de temperatura que registraban los termómetros de los meteorólogos del grupo, al acercarse las dos de la tarde.
Y un anecdótico ataque de mosquitos, que no previmos al colocar nuestra base de observación en un potrero y que siempre se nos viene a la memoria.

Fase parcial, foto G. Braddock.

Luego todo fue una película en cámara rápida, las bandas claras y oscuras en el suelo, el collar de perlas y el anillo de diamante en el borde de la Luna y el éxtasis de casi seis minutos de corona solar.
Fuera filtros y fuera ojos de telescopios y binoculares, yo disfruté la totalidad a simple vista y casi ni tomé fotos.

Finalmente todo se repite en orden inverso, como una película que se retrocede, para darnos oportunidad de apreciar lo que no vimos antes, verificar y aprender nuevas cosas.

"El grande de saros 136", como cariñosamente lo llamamos en Cientec, fue una pincelada de oscuridad de unos 250 kilómetros de ancho que inició cerca de Hawai, cruzó el Océano hasta Baja California, descendió por todo el litoral Pacífico de México y Centro América, penetró Suramérica por Colombia y finalizó en la amazonia brasileña.



Corona solar, foto de G. Braddock.

Fue observado como eclipse total, por cientos de miles de personas, en al menos 10 países y como parcial desde el sur de Canadá, todo el Caribe, hasta el sur de Chile y Argentina. En nuestro país solo el extremo noreste de la provincia de Limón se quedó sin fase total (Puerto Limón totalidad desde 14:08:53 a 14:09:34) [1].

Ya desde 1989, la Escuela de Física de la Universidad de Costa Rica, la Asociación Costarricense de Astronomía y la Fundación Cientec desarrollaron una amplia y exitosa campaña de difusión científica sobre el eclipse, la manera apropiada, segura y sin riesgos de observarlo. Los periódicos, radio y televisión también la apoyaron de manera entusiasta.

Dimos charlas desde Liberia hasta Golfito, en escuelas, colegios y universidades, en instituciones de gobierno y empresas privadas, en casas y hasta en el interior de una iglesia.

Podemos decir que todo el país estaba preparado, esperando el momento.

No podíamos decir que teníamos experiencia en este tipo de eventos. Un amigo había observado uno por Oaxaca, México en 1970 y otro en la India en 1980, eran mis únicas referencias personales. La información nos llegaba por medio de revistas como Astronomy, Sky & Telescope y una separata sobre el eclipse publicada por el Nautical Almanac, que le llegó al CIGEFI en junio.

Yo no tenía internet, ni laptop, ni cámara digital, ni telescopio con autostar. Si tenía unos binoculares 7 x 35 que conseguí en una compraventa, filtros solares que importó Cientec, una cámara manual Pentax K1000 y tiempo compartido en un pesado telescopio Celestrón SmithCassegrain de 11 pulgadas que estaba estrenando la Escuela de Física, con montura ecuatorial, pero solo con motor de declinación que debía conectarse a 110 V.

Por suerte el equipo y la experiencia de astrónomos aficionados (¡todos lo éramos!) como Ricardo Valverde, George Braddock, Manuel Ortega y otros, nos salvaron la tanda en cuanto al registro fotográfico. También tuvimos la colaboración de experimentados fotógrafos de los periódicos y de camarógrafos de los canales de televisión, que produjeron excelentes registros.

Sky & Telescope me publicó en mayo unos datos sobre las buenas posibilidades de observar en nuestro país y eso atrajo astrónomos de Estados Unidos, Inglaterra y Rusia, que recuerdo nos visitaron en la U.C.R.

A las 5 de la tarde inicié mi regreso a San José, en medio de uno de los más fuertes y duraderos aguaceros que recuerdo haber pasado en un vehículo. Transportaba a Bill Burnley, un astrónomo amigo de Kentucky que debía tomar el avión al día siguiente. Cargado de recuerdos y feliz por haber disfrutado y compartido con familia y amigos esa maravilla natural, que no se repetirá en nuestro país hasta el 31 de diciembre de 2233.

Me había montado en el 36/Saros 136 hacía más de un año y me bajé hasta finales de julio, con una de las satisfacciones más grandes de mi vida.

El eclipse total de Sol del 11 de julio de 1991 y la pasada del Cometa Halley en 1985-86, creo que son los dos eventos de mayor importancia, que hicieron renacer y progresar la astronomía aficionada en nuestro país. Hoy, gracias a esas vivencias tenemos una fuerte Asociación (ACODEA), con más de 50 miembros con conocimiento, habilidades y equipo de calidad, instituciones que realizan investigación como el CINESPA, varios astrónomos profesionales con formación académica específica, estudiantes de astrofísica y un Planetario.
Pero sobre todo, muchos, muchos aficionados a la Astronomía.

¿Y qué sucede después de 18 años, 11 días y 8 horas?
Pues se repite un eclipse similar de la misma serie Saros, el 37/136, solo que corrido hacia el Oeste una tercera parte de la cintura de la Tierra: http://cienteccrastro.blogspot.com/2008/08/eclipses-hermanos.html

¿Le gustaría compartir algún recuerdo y foto aquí?
Envié un comentario.

Referencias adicionales:

[1] El Eclipse Total de Sol del 11 de julio de 1991. Antología. Walter Fernández. Editorial U.C.R., 1992.

http://cienteccrastro.blogspot.com/2008/08/eclipses-hermanos.html

http://www.astropix.com/HTML/L_STORY/BAJA91.HTM

http://www.mreclipse.com/SEphoto/TSE1991/TSE1991galleryA.html

http://sohowww.nascom.nasa.gov/data/realtime/realtime-update.html

http://cienteccrastro.blogspot.com/2009/06/eclipse-citado-en-profecia-maya.html


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